
Multicrédito ¿Riesgo sistémico o herramienta para ampliar el acceso a la vivienda?
La figura del multicrédito hipotecario ha emergido en Chile como una práctica cada vez más común, aunque no exenta de controversia y creciente atención por parte de los reguladores. Este fenómeno, que implica la solicitud simultánea de créditos hipotecarios en diferentes instituciones financieras por parte de un mismo individuo o grupo familiar, con el objetivo de adquirir múltiples propiedades, ha generado un debate sobre sus potenciales beneficios y, principalmente, sus riesgos asociados.
Si bien algunos ven en el multicrédito una vía para sortear las limitaciones de financiamiento individual y acceder a una mayor inversión inmobiliaria, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ha puesto la lupa sobre esta práctica, alertando sobre los peligros del sobreendeudamiento y la posible fragilidad que podría introducir al sistema financiero. La preocupación radica en que la evaluación individual de la capacidad de pago de cada crédito podría no reflejar la carga total de deuda que asume el solicitante al operar con múltiples préstamos simultáneamente.
Expertos del sector señalan que el atractivo del multicrédito reside en la posibilidad de “multiplicar” la capacidad de compra, especialmente en un mercado inmobiliario dinámico donde la inversión en propiedades se percibe como una oportunidad rentable. Sin embargo, esta estrategia se basa en la asunción de que los ingresos se mantendrán estables y que no surgirán imprevistos económicos que puedan dificultar el cumplimiento de las múltiples obligaciones financieras.
La CMF ha manifestado su intención de fortalecer los mecanismos de intercambio de información entre las instituciones financieras para tener una visión más integral del endeudamiento de los solicitantes. Se discuten posibles medidas como la creación de registros centralizados de deudas hipotecarias en tiempo real, lo que permitiría a los bancos evaluar el riesgo de manera más precisa y evitar la aprobación de créditos que, en conjunto, excedan la capacidad de pago real de los individuos.
Ante este panorama, los especialistas recomiendan a quienes estén considerando el multicrédito evaluar cuidadosamente su situación financiera a largo plazo, considerar escenarios económicos adversos y, en muchos casos, explorar alternativas más seguras como aumentar el monto del pie para acceder a un crédito de mayor envergadura en una sola institución. La transparencia y la educación financiera se vuelven cruciales para evitar decisiones que puedan comprometer la estabilidad económica de las familias en el futuro.